Hacer ejercicio físico en invierno fortalece el sistema inmunológico, reduce el riesgo de depresión estacional y ayuda a que el cuerpo regule mejor las temperaturas.
Quedan todavía varios meses de frío por delante. Si a esto le sumamos los días cortos y las lluvias y nevadas que se producen en algunos puntos del país hace que mantener la rutina deportiva se resienta. Y es que, aunque hacer deporte no debería depender de la época del año en la que estemos, la realidad es que, con la bajada de las temperaturas, la motivación para mantenerse activo disminuye considerablemente.
Un error. Porque como señala María Sánchez, e-Health Manager de Cigna Healthcare en España, “la actividad física en invierno fortalece el sistema inmunológico, reduce el riesgo de depresión estacional y ayuda a que nuestro cuerpo sea capaz de regular mejor las temperaturas. También es importante para establecer definitivamente el hábito de hacer deporte y que no sea solo una cuestión estacional”.
No hacer deporte perjudica la salud
La Organización Mundial de la Salud señala la inactividad física como uno de los principales factores de riesgo de mortalidad por enfermedades no transmisibles. Según indica la organización internacional, las personas que no realizan suficiente ejercicio físico tienen un riesgo de muerte entre un 20% y un 30% mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel suficiente de actividad física.
Además, según el estudio de Cigna 360 Vitality, aunque al 61% de los españoles le gustaría hacer un cambio en su estilo de vida, la falta de motivación por hacer ejercicio y moverse debido al frío, puede provocar que se desista de hacer deporte, impidiendo implementar el hábito de forma consistente.